El mantenimiento de un horno de templado de vidrio es crucial para garantizar la consistencia de la calidad del producto, maximizar el tiempo de funcionamiento, minimizar el consumo de energía y garantizar la seguridad del operador. Requiere un enfoque sistemático que incluya inspecciones, limpieza, lubricación y calibración regulares.
Principios clave:
La seguridad es lo primero: Priorice siempre la seguridad. Siga los procedimientos de bloqueo y etiquetado (LOTO) antes de realizar cualquier mantenimiento. Tenga cuidado con el calor extremo, el alto voltaje y las piezas móviles.
Use el equipo de protección personal (EPP) adecuado.
Siga las recomendaciones del fabricante: El manual del fabricante del horno es la fuente principal. Los programas y procedimientos de mantenimiento pueden variar significativamente entre las diferentes marcas y modelos.
Mantenga registros detallados: Registre todas las actividades de mantenimiento, inspecciones, reparaciones y reemplazos de piezas. Esto ayuda a rastrear tendencias, predecir posibles problemas y administrar el inventario de repuestos.
La limpieza es clave: El polvo y los residuos pueden interferir con los sensores, bloquear el flujo de aire, dañar los componentes y crear riesgos de incendio.
Inspección visual:
Revise el estado general del exterior del horno y sus alrededores.
Busque ruidos, vibraciones u olores inusuales durante el funcionamiento.
Verifique que los indicadores, las alarmas y las lecturas de temperatura del panel de control funcionen correctamente.
Inspeccione las áreas de carga y descarga en busca de residuos u obstrucciones.
Verifique el flujo de aire de la sección de enfriamiento (escuche la consistencia y revise los manómetros si están disponibles).
Inspeccione visualmente los rodillos (de carga, calentamiento, enfriamiento y descarga) para detectar daños o residuos visibles.
Limpieza básica:
Limpie los fragmentos de vidrio y el polvo de las áreas de carga y descarga.
Limpie los paneles de control y las interfaces del operador.
Inspección y limpieza de rodillos:
Inspeccione los rodillos con más detenimiento para detectar desgaste, grietas, contaminación (acumulación de vidrio) o deformación.
Limpie los rodillos según las recomendaciones del fabricante (a menudo se requieren procedimientos específicos en caliente o frío). Los rodillos de Kevlar/cerámica requieren un manejo cuidadoso.
Revisión del sistema transportador:
Inspeccione las correas/cadenas de transmisión para comprobar la tensión, el desgaste y la alineación adecuados.
Escuche los motores de accionamiento y las cajas de engranajes para detectar ruidos inusuales.
Revisión de la sección de enfriamiento:
Revise los filtros de entrada del ventilador y límpielos/reemplácelos según sea necesario. Los filtros obstruidos reducen drásticamente la eficiencia.
Inspeccione visualmente las boquillas de enfriamiento (si son accesibles) para detectar obstrucciones o daños.
Revisión de sensores:
Inspeccione visualmente los termopares y pirómetros para comprobar su posición y detectar posibles daños.
Compare las lecturas básicas de los sensores con valores correctos conocidos o datos históricos.
Lubricación (si corresponde):
Lubrique puntos específicos (rodamientos, cadenas) según el programa del fabricante y el tipo de lubricante. Evite la lubricación excesiva.
Inspección de la cámara de calentamiento (en condiciones frías y seguras):
Inspeccione los elementos calefactores para detectar hundimientos, roturas, corrosión o problemas de conexión. Compruebe la resistencia si es posible o recomendable.
Inspeccione el aislamiento (fibra cerámica, ladrillos refractarios) para detectar grietas, hundimientos o deterioro. La presencia de polvo puede indicar una avería.
Compruebe el estado del termopar y la seguridad del montaje.
Inspección más profunda del sistema de enfriamiento:
Inspeccione minuciosamente los impulsores del soplador para detectar acumulaciones o daños (requiere acceso seguro).
Compruebe la cámara de enfriamiento y los conductos para detectar fugas u obstrucciones.
Verifique el funcionamiento de la compuerta (si corresponde).
Inspeccione el sistema de transmisión:
Compruebe los rodamientos del motor para detectar ruidos o vibraciones.
Inspeccione los niveles y el estado del aceite de la caja de engranajes (si corresponde).
Compruebe los acoplamientos entre los motores y las transmisiones.
Conexiones eléctricas:
Inspeccione visualmente las conexiones de alimentación principal, el cableado del panel de control y las conexiones de los elementos para comprobar que estén bien apretadas y que no presenten signos de sobrecalentamiento (decoloración). Realice esta inspección solo cuando la alimentación esté desconectada. Sistemas neumáticos/hidráulicos (si corresponde):
Revise si hay fugas de aire/aceite, verifique los niveles de presión e inspeccione los filtros.
Calibración/Verificación de Termopares:
Verifique la precisión de los termopares críticos utilizando instrumentos calibrados o compare sensores redundantes. Reemplácelos si están fuera de tolerancia o se acercan al final de su vida útil.
Mantenimiento del Motor del Soplador:
Lubrique los rodamientos del motor según las especificaciones del fabricante.
Revise las conexiones eléctricas en la caja de terminales del motor.
Revisión del Sistema de Control:
Realice una copia de seguridad del programa del PLC y la configuración de la HMI.
Revise los ventiladores de refrigeración de los armarios de control.
Revise el historial de alarmas para detectar problemas recurrentes.
Revisión del Sistema de Seguridad:
Pruebe las paradas de emergencia, los enclavamientos de las puertas y otros dispositivos de seguridad.
Inspección completa del interior del horno (en frío):
Inspección detallada del aislamiento, los refractarios y el hogar. Reparar o reemplazar según sea necesario.
Revisión completa de todos los elementos calefactores.
Inspeccionar la estructura de acero del horno para detectar deformaciones o corrosión.
Revisión de componentes principales:
Considerar el mantenimiento predictivo, como el análisis de vibraciones de los ventiladores y las transmisiones.
Inspeccionar el interior de la caja de engranajes si el análisis de aceite o el ruido lo indican.
Revisar o reemplazar los componentes de alto desgaste según su estado e historial.
Calibración completa del sistema:
Calibrar todos los sensores críticos (termopares, pirómetros, sensores de presión).
Calibrar las velocidades de las transmisiones.
Limpieza del sistema de enfriamiento:
Limpieza completa de las boquillas de enfriamiento, el plenum y los conductos.
Mantenimiento preventivo del sistema eléctrico:
Inspección termográfica de los paneles eléctricos y las conexiones bajo carga (por personal cualificado).
Limpieza de los armarios eléctricos.
Prueba de los relés de protección y los interruptores automáticos.
Rodillos: Fundamentales para la calidad del vidrio (distorsión óptica, marcas). Manténgalos limpios y reemplácelos cuando estén desgastados o dañados.
Elementos calefactores: Garantizan un calentamiento uniforme. Vigile si presentan signos de envejecimiento.
Aislamiento: Crucial para la eficiencia energética y la uniformidad de la temperatura. Un aislamiento degradado aumenta los costos y afecta la calidad.
Termopares/Pirómetros: La medición precisa de la temperatura es vital para el proceso de templado. La calibración y el reemplazo regulares son esenciales.
Sopladores y boquillas de temple: Un volumen y una distribución adecuados del flujo de aire son fundamentales para lograr la tensión de templado deseada. Mantenga los filtros limpios y las boquillas sin obstrucciones.
Al implementar un programa de mantenimiento constante y exhaustivo basado en las instrucciones del fabricante y estos principios generales, puede garantizar que su horno de templado de vidrio funcione de forma segura, eficiente y produzca vidrio templado de alta calidad durante años.